Arquitectura rotunda en Moraira


Un rincón que mira al mar de Moraira, en la costa alicantina, es el privilegiado punto de partida de este proyecto del despacho de Sergio Tomás arquitectos. Con la premisa de lograr una vivienda abierta, contemporánea y fluida, se plantea una volumetría parcialmente diagonal sobre la parcela, buscando las vistas al mar.

La fachada continua cuenta con pérgolas de grandes dimensiones, con un quiebro espectacular en la línea, que se dibujan casi como un punto de fuga. Este frente, que en planta baja alberga la zona social, se reserva en primera planta para la zona más privada de la casa, y desdibuja los límites entre interior y exterior gracias a las grandes aperturas practicadas en fachada. En la planta principal, el juego entre las estancias y las terrazas continua, con el salón comedor y la cocina abiertos hacia sus estancias gemelas en el exterior. El acceso peatonal, en la cara opuesta de la vivienda, nos recibe con un espacio a doble altura. Junto a ella se dispone la caja de la escalera, realizada en hormigón y completamente bañada por la luz natural que se filtra a través de los cortes longitudinales de la caja.

La fluidez espacial ha sido determinante en el plano de distribución de la vivienda, pensada para el confort. Así, el proyecto de arquitectura estudia a fondo un estilo de vida junto al mar, considerando conceptos como la vida al exterior o las necesidades de almacenaje, por ejemplo incluyendo una estancia ventilada para el mobiliario y textil de temporada. El resto de necesidades y servicios de la vivienda se resuelven en la planta semisótano, para la cual se aprovecha la disposición inclinada del terreno. En ella se ubica un patio inglés adornado con esculturas de agua, que da luz y ventilación al ala de invitados. También se incluyen gimnasio, bodega y biblioteca, además de un garaje con capacidad para varios vehículos.