VILLA IBICENCA EN LA MARINA ALTA
La arquitectura tradicional ibicenca, con sus líneas sencillas, proporcionalidad y adaptación a la climatología, está en la base de este proyecto de vivienda construido en la Marina Alta.
Un volumen central de grandes dimensiones, revestido en piedra, da cobijo al salón en planta baja y a uno de los dormitorios en la primera planta. En esta última se incluyen dos dormitorios más, todos ellos con baño integrado y terrazas.
Al volumen principal se adhieren módulos adicionales que van creando la configuración de la vivienda. El dormitorio principal se sitúa en planta baja y conecta con el exterior a través de ventanales correderos. En la zona de día de nuevo hallamos una fuerte conexión interior – exterior, un imperativo en una zona en la que el clima suave permite disfrutar de espacios abiertos la mayor parte del año. Así, el salón comedor fluye hacia la zona de día de la piscina, y la cocina lo hace con la cocina de exterior, diseñada para ocultarse totalmente cuando no está en uso.
Las estancias en planta sótano se orientan hacia un patio descubierto, que consigue iluminar y ventilar toda esta zona a la vez que funciona como vestíbulo abierto.
Cubiertas inclinadas y planas crean plasticidad en la volumetría de la vivienda, un efecto que continua con los muros rematados en curva, haciendo referencia a la arquitectura propia de la isla de Ibiza. No son los únicos detalles arquitectónicos que combinan pasado y presente; a ellos se suman los dinteles con vigas de madera, en fachadas frontal y trasera, o el recercado en blanco de los huecos, que consigue el contraste en los paramentos de piedra. El muro perimetral que recorre la parcela está a su vez construido en piedra seca, y sobre él descansa un remate en blanco que consigue aligerar visualmente su peso.
Materiales tradicionales con usos contemporáneos y un deliberado acercamiento a lo autóctono se dan cita en este proyecto de arquitectura residencial, con un referente estilístico marcado y reinterpretado en clave contemporánea.
